Que todo un ayuntamiento (el de Valencia) esté imputado (perdón, investigado) por corrupción a excepción de su alcaldesa, que parece ser que no se enteró de nada y el único error que cometió fue confiar en las personas equivocadas (lo típico), da poca confianza en la capacidad de ciertos políticos en elegir a sus subalternos. Eso o su mala fortuna. Pobrecillos.
3 de febrero de 2016
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