Se tiende uno con la sana intención de dormir media hora o cuarenta y cinco minutos de siesta y, cuando suena el despertador, lo apaga y vencido se deja mecer otra vez por Morfeo y termina sesteando cerca de dos horas... Y yo que siempre he rechazado hacerla.
4 de agosto de 2014
4 de agosto de 2014
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