Te sientas y esperas con ansias a que las luces se apaguen, a que un único foco ilumine la estancia con su luz mágica de figuras en movimiento, de sonidos fantásticos, alegres y dramáticos. Una vez comenzada la proyección da lo mismo lo grande que sea la imagen, ahora solo importa la aventura, los personajes y sus dramas, esas vidas paralelas, en algunos casos irrealizables, pero creíbles para nuestros ojos expectantes y curiosos.
Las luces vuelven a encenderse y la magia se disipa poco a poco. Sonríes, te limpias los restos de lágrimas o te quedas en silencio durante un largo rato, pensativo. Y te quedas con ganas de volver a sumergirte en esa sala oscura, experimentando la tragedia y las aventuras de otros, disfrutando con otras muchas personas a tu alrededor.
9 de agosto de 2014
Las luces vuelven a encenderse y la magia se disipa poco a poco. Sonríes, te limpias los restos de lágrimas o te quedas en silencio durante un largo rato, pensativo. Y te quedas con ganas de volver a sumergirte en esa sala oscura, experimentando la tragedia y las aventuras de otros, disfrutando con otras muchas personas a tu alrededor.
9 de agosto de 2014
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