Se respira cierto aire de fatalismo e inevitabilidad, de que todo va a peor y no lo podemos parar.
No me caracterizo por ser optimista, y no son pocas las ocasiones en las que me embarga el más profundo de los pesimismos hacia la humanidad, pero aún así no doy todo por perdido. Quizás no tengamos muchas opciones de parar este sistema kamikaze, es posible que no logremos cambiarlo desde dentro, pero hay que intentarlo. Si no lo logramos, de los escombros bien puede brotar algo nuevo e, incluso, mejor.
14 de agosto de 2020
No me caracterizo por ser optimista, y no son pocas las ocasiones en las que me embarga el más profundo de los pesimismos hacia la humanidad, pero aún así no doy todo por perdido. Quizás no tengamos muchas opciones de parar este sistema kamikaze, es posible que no logremos cambiarlo desde dentro, pero hay que intentarlo. Si no lo logramos, de los escombros bien puede brotar algo nuevo e, incluso, mejor.
14 de agosto de 2020
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