Lo de Cifuentes no tiene nombre. Por más pruebas en contra que tenga, ella se mantiene ahí y no dimite y, seguramente, el día que aparezca su famoso trabajo dirá: véis, ¿qué os dije? Pero claro, aunque apareciera, eso de matricularse tres meses después de empezar el máster, que no fuera a clase como el resto de alumnos, que no fuera a los exámenes, esas dos firmas supuestamente falsificadas... Demasiados detalles para creer que, de verdad, obtuvo el título de manera lícita.
5 de abril de 2018
5 de abril de 2018
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