Para la Audiencia Provincial de Madrid no queda demostrado que Cristina Cifuentes, expresidenta de la comunidad madrileña y gran amante de las cremas hidratantes, participara de ninguna forma en la falsificación del acta de su máster. No obstante, sí que condena a su asesora y a una profesora, a la primera por presionar para que la segunda falsificara el acta, y a la segunda por este último hecho.
O sea, que se supone que tenemos que creernos que esas dos mujeres actuaron por iniciativa propia porque, porque... ¿por amor al arte?, ¿por afición?, ¿porque les gustaba regalar ilusión obsequiando con títulos académicos? Porque Cifuentes siempre defendió que hizo el máster, solo que con las mudanzas y eso se traspapelaron los trabajos, pobrecita, aunque en el juicio no lo tenía todo tan claro (como la defensa y tal).
En definitiva, que en esta democracia tan plena que dicen que vivimos, vemos otra sentencia judicial que avergüenza e indigna, porque digan lo que digan, y como no dejan de demostrar una y otra vez, la justicia NO es igual para todos.
16 de febrero de 2021
P.D.: Lo que sí que ha quedado probado, como quedó probado en el caso de Casado, es que a Cristina Cifuentes le regalaron un título universitario, pero, todavía así, se lo puede quedar.
En definitiva, que en esta democracia tan plena que dicen que vivimos, vemos otra sentencia judicial que avergüenza e indigna, porque digan lo que digan, y como no dejan de demostrar una y otra vez, la justicia NO es igual para todos.
16 de febrero de 2021
P.D.: Lo que sí que ha quedado probado, como quedó probado en el caso de Casado, es que a Cristina Cifuentes le regalaron un título universitario, pero, todavía así, se lo puede quedar.
 
