Rajoy está que no para, que si presupuestos por anticipado (superultramegachachisociales además), que si reforma de la ley electoral y, ahora, el último bombazo, ¡la reforma de la Constitución! Para la próxima legislatura claro. Lo que no sé si se da cuenta este hombre es que la mayoría de los españoles (o eso espero) no es que se fie mucho de él, que sus reformas no es que hayan sido ni servido para mejorar la vida de los ciudadanos, así que quizá debería pensar en no hablar mucho, no vaya a ser que con tantas promesas de reforma vayan a espantarse todos los electores. Bueno, pensándolo bien, mejor que hable.
10 de agosto de 2015
10 de agosto de 2015
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