Después de cerca de seis años, voy a formatear el portátil. Pueden ocurrir tres cosas: que el formato le siente la mar de bien y vaya como la seda; que siga igual de ralentizado, lo que significaría que el problema es de hardware, o que la pantalla se quede en negro (o azul). Realmente la cosa es emocionante.
9 de agosto de 2015
9 de agosto de 2015
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