No cabe duda de que nos encontramos (y enfrentamos) en un momento histórico repleto de vertiginosos cambios, una época que, decían hace pocos años los mandamases del mundo, era el momento de la "refundación del capitalismo" y que, en efecto, están haciendo lo posible para refundarlo, pero para volver a la Revolución Industrial y sus penosas condiciones para los trabajadores. Por ello han nacido movimientos ciudadanos que piden más transparencia y democracia y a su vez el sistema ha reaccionado como nos tiene acostumbrado desde sus orígines: con represión.
Con represión y, también, ofreciendo opciones que se dicen de talante (pseudo)progresista, cuando desde sus inicios tienen cierto tufillo xenófobo y conservador.
En definitiva, que vivimos tiempos que ya se han experimentado antes, donde los poderosos parecen haber perdido miedo de nuevo a que las masas se alcen y, por tanto, están intentando doblegarnos, quitarnos las pocas libertades y derechos que tenemos, y que encima estemos agradecidos por ello.
22 de julio de 2015
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