Está claro que el grupo de Pablo Iglesias ha provocado temor entre las filas "peperas" y "pesoeras" y van a saco contra ellos. No obstante cuando saltan casos como el de Errejon y, sobre todo, Monedero con su consultoria a países latinoamericanos, creo que la estrategia del partido nacido del 15-M debería ser diferente, no afirmando que son víctimas de conspiraciones, sino informando con todo detalle de las cuentas de sus miembros que estén en entredicho y, en caso de que haya dudas, apartarlos siquiera, en inicio, temporalmente y si se demuestra que han cometido una falta hacerlo permanentemente. Se supone que Podemos es el partido que está dispuesto a una auténtica regeneración democrática y, por lo tanto, debe dar muestras de ser inflexible ante la mínima irregularidad o acto éticamente cuestionable (aunque sea legal).
30 de enero de 2015
30 de enero de 2015
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