Y va Pablo Iglesias y le dice a Espinosa de los Monteros que a su grupo le gustaría dar un golpe de Estado, pero que no pueden, y, para rematar, una vez se estaba yendo de la sala el nombrado, espetó "cierre la puerta".
Es bien cierto que este señor, y otros de su partido ultraderechista, no se cansan de insultar al gobierno llamándole criminal, dictatorial y otros muchos calificativos y parece que no pasa nada, que se toma como algo casi normal, pero aún así las palabras de Iglesias no me gustan. Y no me gustan no porque piense que la ultraderecha sea realmente democrática, sino porque expresarse en esos términos no ayuda en nada, solo suma un poquito más a subir la tensión política, una tensión que al final también se traslada a la calle.
Sin duda hay que responder a las derechas, a sus descalificaciones e insultos, pero hay que hacerlo con argumentos y la razón, no con acusaciones que raramente consiguen algo salvo que se enrarezca un poco más una atmósfera ya viciada.
29 de mayo de 2020
Es bien cierto que este señor, y otros de su partido ultraderechista, no se cansan de insultar al gobierno llamándole criminal, dictatorial y otros muchos calificativos y parece que no pasa nada, que se toma como algo casi normal, pero aún así las palabras de Iglesias no me gustan. Y no me gustan no porque piense que la ultraderecha sea realmente democrática, sino porque expresarse en esos términos no ayuda en nada, solo suma un poquito más a subir la tensión política, una tensión que al final también se traslada a la calle.
Sin duda hay que responder a las derechas, a sus descalificaciones e insultos, pero hay que hacerlo con argumentos y la razón, no con acusaciones que raramente consiguen algo salvo que se enrarezca un poco más una atmósfera ya viciada.
29 de mayo de 2020
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