Son las ocho y media de la noche, estoy solo, salvo por la compañía de Candy, que se está lamiendo sus partes. De vez en cuando pasa algún vehículo por la carretera, rompiendo la tranquilidad reinante. Me he sentado junto a la chimenea, donde todavía tililan un puñado de rescoldos que dan el calor suficiente como para estar a gusto en el garaje-trastero-sala de tv-ludoteca.
Ahora todo es silencio. Todo es paz.
10 de febrero de 2019
Ahora todo es silencio. Todo es paz.
10 de febrero de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario