Siempre que lo veo me quedo unos segundos reflexionando sobre ello. Me refiero a un anuncio publicitario de una gran compañía eléctrica, la cual vende las bondades de una de sus tarifas, en la que se incide en el hecho de que el cliente no tiene que cambiar sus costumbres para ahorrarse un buen dinero.
Aparte de la cuestión de que el ahorro, en este tipo de tarifas con "horas felices", suele brillar por su ausencia, lo que me hace pensar es el mensaje 'sin cambiar de costumbres'. Es algo demoledor.
Porque sí, y no solo en el ámbito del consumo energético, hace falta un cambio de costumbres. Hace falta que las personas tomemos conciencia y optar por compañías que solo ofrezcan renovables (y, por supuesto, no dejar las bombillas y electrodomésticos encendidos si no se les está dando uso), hace falta que consumamos menos productos cárnicos y lácteos y optar preferentemente por aquellos que sean ecológicos, hace falta minimizar en lo posible el uso de bolsas y envases de plástico, priorizar el transporte público antes que coger el coche, no gastar el agua como si nos sobrara...
No, señora compañía eléctrica, no. Hay que cambiar de costumbres, porque hay mucho más en juego que repartir dividendos entre los accionistas.
5 de febrero de 2018
Aparte de la cuestión de que el ahorro, en este tipo de tarifas con "horas felices", suele brillar por su ausencia, lo que me hace pensar es el mensaje 'sin cambiar de costumbres'. Es algo demoledor.
Porque sí, y no solo en el ámbito del consumo energético, hace falta un cambio de costumbres. Hace falta que las personas tomemos conciencia y optar por compañías que solo ofrezcan renovables (y, por supuesto, no dejar las bombillas y electrodomésticos encendidos si no se les está dando uso), hace falta que consumamos menos productos cárnicos y lácteos y optar preferentemente por aquellos que sean ecológicos, hace falta minimizar en lo posible el uso de bolsas y envases de plástico, priorizar el transporte público antes que coger el coche, no gastar el agua como si nos sobrara...
No, señora compañía eléctrica, no. Hay que cambiar de costumbres, porque hay mucho más en juego que repartir dividendos entre los accionistas.
5 de febrero de 2018
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