Llevo unos días, como tantas otras veces, sin los ánimos muy altos, sin perspectivas, sin ver el ver el futuro claro, pesimista, sin ganas de mucho (o con ganas de casi nada), preguntándome si mi última elección habrá sido la adecuada o si he vuelto a errar; si decidí con claridad, con la razón, o solo con la emoción del momento... Y, aunque hoy me encuentro mejor, la verdad es que no sé la respuesta, pero lo que tengo claro es que este año, salvo que aparezca una luz inesperada (y deslumbrante), pienso continuar por este camino.
28 de octubre de 2014
28 de octubre de 2014
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