miércoles, 31 de diciembre de 2014

Pérdidas

Cuando se necesita algo no se encuentra.

Tengo las manos heladas. Esta casa no tiene calefacción y no sé dónde habré metido los guantes.

Eran uno de esos de baratillo, azul marino o quizá negros. Los compré para recortarlos por los dedos y así escribir con las manos más calentitas. Pero no los encuentro...

Seguro que en verano me topo con ellos.

30 de diciembre de 2013

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