Ayer habló el rey, no lo vi ni escuché, pero hoy sí que he visto algunos fragmentos de su discurso y resulta un poco decepcionante. Está muy bien eso de apelar a la unidad, al respeto de la ley, del estado de derecho y tal y pascual, pero no hacer mención, aunque fueran unas solas gotas, al diálogo ni al entendimiento... Posicionarse tan claramente hacia uno de los lados, resulta cuanto menos que una oportunidad perdida para ser un punto de encuentro entre dos posturas y, por tanto, para rebajar las tensiones, que tanta falta hace.
Hay gente, tanto desde Cataluña como desde el resto de España, que dice que esto ya es irremediable, que no se puede arreglar, que el diálogo es imposible, que las posturas son demasiado contrapuestas... Esa forma de pensar no lleva a nada bueno, la negociación es la única vía, alternativas buenas no hay ninguna.
4 de octubre de 2017
Hay gente, tanto desde Cataluña como desde el resto de España, que dice que esto ya es irremediable, que no se puede arreglar, que el diálogo es imposible, que las posturas son demasiado contrapuestas... Esa forma de pensar no lleva a nada bueno, la negociación es la única vía, alternativas buenas no hay ninguna.
4 de octubre de 2017
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