Me quedo helado sin saber cómo escribir lo que pienso, lo que me hace sentir la situación en Siria y los millones de desplazados, de refugiados. La vergüenza de una Europa que se esfuerza más en desprenderse de ellos, de persuadirles para que no vengan, en vez de tenderles una mano, en poner en práctica algunos de los principios que, se supone, rigen la UE: la solidaridad y el respeto por los Derechos Humanos.
Por desgracia, se ve que cada vez tienen más importancia los "derechos de los mercados".
2 de mayo de 2016
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