Tener expectativas, aunque sean cautas, al final puede cobrar su precio. La decepción, la frustración, la rabia incluso, sobre todo cuando se trata de algo a lo que has dedicado horas con ahinco y te sientes satisfecho con el resultado. Sobre todo cuando un poco antes también has recibido un palo.
11 de marzo de 2016
11 de marzo de 2016
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