Las nubes cubren por completo el cielo, tiene pinta de que en cualquier momento puede caer una gran tormenta, de que los árboles comiencen a retorcerse por el viento y las gotas de agua golpeen las ventanas con estrépito. Pero, estando el clima como está, es más probable que pasen de largo y dejen su deseado líquido en la Sierra de Grazalema.
10 de octubre de 2015
10 de octubre de 2015
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