El discurso del PP postelecciones municipales y autonómicas es tan simple como claro: Podemos y otras fuerzas políticas más o menos afines (Ahora Madrid, Compromís, Barcelona en común, Ganemos, Por Cádiz sí se puede, Izquierda Unida...) son de extrema izquierda, el PSOE está pactando con dichos partidos, así que ha dejado de ser un partido decente (de centro), para perder el rumbo en el radicalismo; ergo, el Partido Popular es el único partido moderado, el que está capacitado para dar estabilidad y tranquilidad.
El PP mira hacia fuera en la búsqueda de radicales, cuando entre sus filas se encuentra lo más rancio de la política española (llámese Espe, Gallardón, Jorge Fernández Díaz, Rajoy, Wert o Cospedal...), siendo el partido que ha aplicado políticas que no solo no estaban en su programa electoral, sino que además la inmensa mayoría de los ciudadanos no la querían ni la quieren (por ser represivas o injustas)... Siempre es más fácil ver la pajita en el ojo ajeno.
10 de junio de 2015
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