El pasado domingo fueron las elecciones al Parlamento Europeo y los resultados en España han supuesto un duro varapalo a los dos grandes partidos, PP y PSOE. Ambos han bajado sustancialmente en número de votos y escaños, consiguiendo representación muchos más partidos de lo habitual y, además, algunos dando una gran sorpresa como Podemos de Pablo Iglesias. Aunque la participación no ha llegado al 50% sí que ha sido algo superior que las pasadas elecciones europeas, por lo que dentro de lo que cabe ha sido un dato positivo.
En España ha ganado la izquierda, la mayor parte de los votantes han mostrado su descontento con las políticas de austeridad, sin embargo el Gobierno no ha captado (o más bien no ha querido) el mensaje (el primer partido de la oposición parece que sí).
En Europa ha ocurrido algo preocupante. Partidos xenófobos o directamente neonazis han conseguido representación, algunos muy amplia (caso de Francia). Esto demuestra que las actuales políticas son erradas, que solo llevan al auge de extremismos, al renacimiento de un odio (o al menos un rechazo) hacia aquellos que de lo único que son culpables es de querer una vida mejor.
27 de mayo de 2014
En España ha ganado la izquierda, la mayor parte de los votantes han mostrado su descontento con las políticas de austeridad, sin embargo el Gobierno no ha captado (o más bien no ha querido) el mensaje (el primer partido de la oposición parece que sí).
En Europa ha ocurrido algo preocupante. Partidos xenófobos o directamente neonazis han conseguido representación, algunos muy amplia (caso de Francia). Esto demuestra que las actuales políticas son erradas, que solo llevan al auge de extremismos, al renacimiento de un odio (o al menos un rechazo) hacia aquellos que de lo único que son culpables es de querer una vida mejor.
27 de mayo de 2014
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