Me duele la espalda un poco por culpa de llevar un rato frente al portátil sin apoyarme en el respaldo del asiento. Me he puesto a revisar una novela corta que empecé a escribir en 2007 y que, creo, terminé (el borrador) en 2009 o 2010. La historia se sitúa en un futuro lejano, donde la gente vive sin libertad pero no parece importarles, porque tienen numerosos juguetes para evadirse...
Las historias de futuros oscuros nunca pasan de moda. Hace tiempo que dejamos de pensar que la tecnología haría del mundo un lugar mejor, y no porque sea imposible, sino porque la capacidad de inventiva que tiene el ser humano para hacerse daño a sí mismo es casi infinita.
19 de enero de 2014
Las historias de futuros oscuros nunca pasan de moda. Hace tiempo que dejamos de pensar que la tecnología haría del mundo un lugar mejor, y no porque sea imposible, sino porque la capacidad de inventiva que tiene el ser humano para hacerse daño a sí mismo es casi infinita.
19 de enero de 2014
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