Queda claro estas semanas quién manda aquí, y no son aquellos que son votados cada cuatro años, sino esos otros que desde el anonimato dictaminan qué caminos seguir, y si alguien decide algo que no les gusta se ponen nerviosos y hacen que los intereses que tienen que pagar los países suban como la espuma. Ya queda claro que la nuestra no es una democracia, que es una simple y llana dictadura donde son los especuladores (también conocidos como "los mercados") los que mandan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario