Demasiados años de guerras. Durante excesivo tiempo hemos estado alimentando los corazones con odio, resentimiento, miedo y sufrimiento.
¡Basta de hipocresia! La de aquellos que en público profesan la paz y en privado recogen los beneficios que le proporcionan las guerras. Dejemos de fabricar armas y alimentar ejércitos y creemos un mundo nuevo basado en la solidaridad y la fraternidad, el mutuo acuerdo y el respeto hacia otras razas y culturas.
El miedo a aquellos que son diferentes a nosotros mismos es la semilla del odio, de la guerra. Semilla que los políticos y fabricantes de armas de encargan de esparcir para llenar sus arcas.
Es posible crear un mundo mejor, pero para ello debemos levantarnos de nuestros cómodos sofás, salir a la calle y alzar las manos. Y gritar:
¡Basta de hipocresia! La de aquellos que en público profesan la paz y en privado recogen los beneficios que le proporcionan las guerras. Dejemos de fabricar armas y alimentar ejércitos y creemos un mundo nuevo basado en la solidaridad y la fraternidad, el mutuo acuerdo y el respeto hacia otras razas y culturas.
El miedo a aquellos que son diferentes a nosotros mismos es la semilla del odio, de la guerra. Semilla que los políticos y fabricantes de armas de encargan de esparcir para llenar sus arcas.
Es posible crear un mundo mejor, pero para ello debemos levantarnos de nuestros cómodos sofás, salir a la calle y alzar las manos. Y gritar:
¡¡NO QUEREMOS GUERRAS!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario