Y al final vamos a otras elecciones. Pedro Sánchez ha sido incapaz de sumar apoyos y no ha habido ni tan siquiera intento de investidura y él ha sido el único culpable. O el menos eso es lo que, coherentemente, se diría ahora el Pedro Sánchez de 2016, cuando le recriminaba a Rajoy el "ser incapaz de articular una mayoría". Pero, ¿quién ha hablado de coherencia? El Sánchez del presente lo que hace es culpar a todo el mundo, incluso a los votantes (diciendo que dejen las cosas más "claras" en las próximas elecciones) del hecho de que se convoquen nuevas elecciones.
Y es más, a la pregunta de un periodista de si debía pedir perdón por no ser capaz de formar gobierno (él y el resto) y de si debía dimitir si perdiese las próximas elecciones, Sánchez, con gesto perplejo, se limitó a decir que "soy el representante de la fuerza más votada".
18 de septiembre de 2019
Y es más, a la pregunta de un periodista de si debía pedir perdón por no ser capaz de formar gobierno (él y el resto) y de si debía dimitir si perdiese las próximas elecciones, Sánchez, con gesto perplejo, se limitó a decir que "soy el representante de la fuerza más votada".
18 de septiembre de 2019
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