Es normal cambiar de opinión, con el tiempo las cosas se ven con otra perspectiva y lo que nos parecía mal o imposible hace unos años nos puede parecer aceptable o realizable en el presente. Algo más raro resulta cuando el cambio de parecer se produce en días o semanas, cuando eso ocurre se podría pensar, con motivos, que hay intereses detrás de ese repentino cambio. Como el del gobierno español, al que hace no tanto le parecía inasumible acoger a poco más de 4000 refugiados, y que ahora está dispuesto a que sean 15000 o más ("a todos los que pidan asilo", ha dicho un ministro). Es estupendo que hayan cambiado de postura, pero mosquea que tengan que verse cadáveres de infantes en la playa o que hayan otros acuerdos detrás (llámese endurecimiento de recepción de inmigrantes "económicos") para que se dé el paso.
8 de septiembre de 2015
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