Nada que hacer, nada que escribir, nada en lo que pensar... en algún lugar de alguna parte, perdido en la inmensidad, aislado de todo, de la autodenominada civilización.
El tiempo pasa despacio, es tan lento que a veces pesa. La vida transcurre a otro ritmo que en cualquier ciudad, donde es el caos el que reina. Aquí es el Sol el que impone los horarios, cuando amanece comienza la jornada y al ponerse el astro rey termina.
El tiempo pasa despacio, es tan lento que a veces pesa. La vida transcurre a otro ritmo que en cualquier ciudad, donde es el caos el que reina. Aquí es el Sol el que impone los horarios, cuando amanece comienza la jornada y al ponerse el astro rey termina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario