miércoles, 10 de junio de 2015

Pretensiones

Cuando hablamos de cine comercial (termino trasladable a los cómics o la literatura), nos solemos referir a aquel que intenta captar al público masivo, sea a través de grandes efectos especiales o una historia romántica almibarada con sus toques de humor. Suelen ser producciones de abultados presupuestos y gigantescas campañas mediáticas. Pero, ¿de verdad que solo ese tipo de películas son comerciales?

Todos los filmes (al igual que todo tebeo y libro) pretenden llegar al máximo número de personas posibles, vender mucho para obtener beneficios. Si alguien realiza un documental sobre el cultivo del boniato o el enlatado de las anchoas captará menos la atención que uno que tenga como ingrediente el sexo. Así pues, cuando hablamos de que una película es comercial en realidad nos referimos a que sus pretensiones no van más allá de que el espectador pase un rato agradable; aunque eso mismo se puede aplicar a muchas producciones independientes por mucho que su envoltorio sea, en ocasiones, menos vistoso.

Mejor que clasificar una película (o libro o cómic) por sus intenciones comerciales, habría que establecer categorías basándose en cuál es el mensaje que quiere transmitir. Si es algo más que un espectáculo pirotécnico, si tiene más de un nivel de lectura o es tan plana como la pantalla del cine.

28 de enero de 2014

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