sábado, 27 de abril de 2013

Conspiración

Según Reig Pla, el obispo de Alcalá de Henares, hay una confabulación mundial, de la que son partícipes entre otros la ONU, la UNESCO, el IPPF y no pocas ONG, que pretende hacer que la población mundial disminuya con el único propósito de  “disminuir los comensales”.

Por estas y otras absurdas palabras la Iglesia Católica Apostólica Romana se está ganando el descontento de sus, cada vez menos, fieles. No es la primera vez que Pla dice una estupidez, pero si bien él dice que los humanos debemos seguir reproduciéndonos como conejos, sin pensar para nada en los limitados recursos que nos ofrece nuestra bella y finita Tierra, personalmente creo que, si dicha conjura existe, no sería mala para el futuro de la humanidad. ¿Hay que controlar la natalidad? Sin duda, ¿o acaso piensa el obispo que lo adecuado es no dejar de tener hijos aun cuando haya certezas de que va a ser imposible alimentarlos?

Lo estúpido no es la posibilidad de que exista tamaña conspiración, sino que todavía hoy haya gente que defienda a ultranza el hecho de que hay que procrear sin pensar en el futuro, porque Dios proveerá (o eso dicen).

miércoles, 24 de abril de 2013

lunes, 15 de abril de 2013

Límites

Hace un par de semanas Ignacio González, presidente (no votado por los ciudadanos) de la Comunidad de Madrid, afirmó, a cuenta de las fotos de Núñez Feijoo con un contrabandista, que hay que poner límites a la prensa, ya que la misma hace mucho daño a la imagen de personas al publicar ciertos asuntos no probados o ambiguos. Aunque posteriormente "aclaró" sus palabras, es evidente que al PP le gusta limitar todo, o al menos decirlo en público. Lo hicieron con el derecho a huelga y el de manifestación, y ahora lo hacen con la libertad de prensa, dejando claro que por ellos impondrían la censura (como hacen en TeleMadrid).

Sí, siempre tiene que haber límites, aunque primero habría que hablar sobre los límites de los propios políticos, de hasta cuánto se pueden alejar de su programa electoral, por ejemplo, o el número máximo de mentiras que pueden decir en un discurso, los sueldos que pueden cobrar, el de amigotes enchufados...